A Dios le damos la gloria y la honra hoy y siempre por las promesas que encontramos en la resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
Ciertamente la muerte no podía retener a Jesús, ya que el poder de esta está vinculado connuestra situación pecaminosa y Jesús es el único ser humano que en ninguna manera estaba contaminado por el pecado.
Las primeras personas que fueron a la tumba de Jesús el Domingo de Resurrección fueron las mujeres, cuando llegaron ahí fueron saludadas, cuestionadas y a la vez iluminadas, de qué no debían estar buscando entre los muertos a Jesús porque Él ya había resucitado.
A diferencia de la mayoría de las religiones del mundo en el cristianismo creemos en un Señor resucitado de la tumba, exaltado a los cielos y que regresará con poder y gran gloria para juzgar a los vivos y a los muertos. Jesús es el primer vencedor de la muerte.
Como cristianos, debemos regocijarnos en la realidad que la resurrección de Jesús nos garantiza nuestra futura resurrección y glorificación en los cielos. En cuanto se toque la última trompeta, y aparezca nuestro Cristo glorioso, todos los ya fallecidos serán resucitados y todas las personas que viven todavía serán transformadas. El poder de la muerte dejará de ser y la misma muerte dejará de existir.
A Dios le damos la gloria y la honra hoy y siempre por las promesas que encontramos en la resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos amén
Foto de Pisit Heng en Unsplash
Este material ha sido escrito por el Pastor Dr. Luis M. Mendoza. Si desea hacer copias o reproducirlo, favor de contactar al escritor. Todos los Derechos Reservados.©