La advertencia para nosotros es muy clara: debemos tener mucho cuidado con todo pensamiento negativo que venga a nuestras mentes y corazones.
Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
Génesis 4:8
Si no controlamos nuestra envidia y celos seremos arrastrados a cometer todo tipo de pecados, incluyendo el asesinato.
Cuando hay maldad en el corazón de una persona, él o ella pueden planificar en sus mentes y en sus corazones todo tipo de maldad en contra de las personas que son el foco de su envidia, enojo u odio.
El instrumento utilizado por Caín para asesinar a su hermano podría haber sido un cuchillo, algún objeto contundente, como un garrote o algo parecido o probablemente aún alguna piedra. Cualquier objeto que le asegurara poder asesinar a su hermano con cierta facilidad y ventaja y que le garantizara la muerte de su hermano.
Como cristianos probablemente pensemos que nunca seriamos capaces de quitarle la vida a alguien, no obstante, estoy convencido que al principio del sentimiento de envidia en contra de su hermano Abel, tampoco Caín tenía planes de quitarle la vida; sin embargo, tal posibilidad fue creciendo gradualmente en su mente y en su corazón.
Considero que la advertencia para nosotros es muy clara: debemos tener mucho cuidado con todo pensamiento negativo que venga a nuestras mentes y corazones, principalmente sentimientos de envidia que pudieran conducirnos a tener odio en nuestros corazones. Una vez que tal cosa sucede, podríamos ser capaces de planear todo tipo de daño en contra de los demás. Erradiquemos de nosotros todo pensamiento negativo.
Foto de Marek Studzinski en Unsplash
Este material ha sido escrito por el Pastor Dr. Luis M. Mendoza. Si desea hacer copias o reproducirlo, favor de contactar al escritor. Todos los Derechos Reservados.©