Todos los seres humanos debemos comprender que el pecado imperdonable consiste en no distinguir con exactitud entre la obra de Dios y la obra del diablo.

Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.

Marcos 3:22

En Jesús habitaba la plenitud de la divinidad. Por lo tanto, estaba facultado para echar fuera demonios. Los escribas en vez de reconocer tal realidad calumnian a Jesús diciendo que echaba fuera demonios bajo el poder del diablo.

A este tipo de acusación se le llama blasfemia en contra del Espíritu Santo. Primero, Se blasfema en contra del Espíritu Santo cuando se afirma que la buena obra que Dios ha hecho ha sido hecha por el diablo. Segundo, se blasfema en contra del Espíritu Santo cuando se afirma que la mala obra que el diablo ha hecho ha sido hecha por Dios.

Y, por último, se blasfema en contra del Espíritu Santo cuando la persona niega o rechaza el testimonio dado por Dios a través del Espíritu Santo. En la Biblia, a esto también se le llama el pecado imperdonable.

Todos los seres humanos debemos comprender que el pecado imperdonable consiste en no distinguir con exactitud entre la obra de Dios y la obra del diablo. En no distinguir entre el bien y el mal y de donde se originan estos. En no comprender quien ofrece salvación y vida eterna en el cielo y quien nos lleva directamente al infierno. Debemos tener siempre claros todos estos conceptos, de otra manera podríamos incurrir en blasfemar en contra del Espíritu Santo.

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Este material ha sido escrito por el Pastor Dr. Luis M. Mendoza. Si desea hacer copias o reproducirlo, favor de contactar al escritor. Todos los Derechos Reservados.©

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