Como lideres es muy importante no ceder a la presión de la mayoría; ellos no siempre están en lo correcto. Y, algunas veces resistirán nuestro buen liderazgo espiritual.
Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal. Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro.
Éxodo 32:21-24
Como lideres debemos comprender que finalmente somos responsables de las acciones de las personas bajo nuestro liderazgo.
Moisés había estado con Dios por cuarenta días y cuarenta noches en el monte Sinaí, mientras tanto, el pueblo bajo la responsabilidad de Aaron había caído en la idolatría. Aarón demostró ser un total fracaso como líder; ni siquiera quiso tomar responsabilidad por sus errores.
De acuerdo con Moisés, lo que Aaron había permitido demostraba odio hacia el pueblo; es función del líder por lo menos estorbar para que las personas no hagan lo malo; y así evitar el desenfreno.
Como lideres es muy importante no ceder a la presión de la mayoría; ellos no siempre están en lo correcto. Y, algunas veces resistirán nuestro buen liderazgo espiritual. A la vez, asumamos responsabilidad por nuestras malas decisiones; y no culpemos la casualidad. Decidamos agradar a Dios y a no los hombres; y siempre seamos guiados por la Palabra de Dios.
Este material ha sido escrito por el Pastor Dr. Luis M. Mendoza. Si desea hacer copias o reproducirlo, favor de contactar al escritor. Todos los Derechos Reservados.©