Confiando en Dios en Medio de la Angustia

Dios nos creó como seres emocionales. Es normal que sintamos diferentes emociones de acuerdo con las situaciones que enfrentamos. No obstante, como hijos de Dios nunca debemos permitir que las emociones nos controlen.

David nos enseña de que nuestro estado emocional en ninguna manera determina o influye la próxima acción de Dios a favor de nosotros. Dios actúa de manera soberana. La duda, la depresión, la nostalgia, la ansiedad, el stress o las tormentas de la vida no definen nuestra realidad futura, eso está en las manos de Dios.

Cuando nos sintamos desanimados o afligidos es importante reconocer nuestra debilidad; entender que Dios sabe cuánto podemos soportar; recordar que Dios nos tiene en Su mente, que

El es nuestro ayudador y que podemos pedirle con toda confianza.

Si se siente afligido, deprimido, ansioso o abandonado por Dios, recuerde que eso es únicamente un reflejo de su estado emocional actual que no refleja la obra en progreso o futura de Dios en su vida. Dios siempre está obrando en nuestras vidas, aunque nosotros no lo sintamos. Si está atravesando algún tiempo difícil en su vida no confie en sus emociones o sentimientos, enfóquese en Dios, Él está pensando en usted. Pregúntele a Dios que quiere Él que usted aprenda a través de su tribulación y no dude en pedirle que le ayude a salir rápidamente de ella.