Qué Debemos Hacer Para Que Cristo Sea en la Iglesia la Esperanza de Gloria

El Pastor Luis comparte tres aspectos necesarios que debemos realizar para que Cristo sea en la Iglesia la Esperanza de Gloria.

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Notas del Sermón

Colosenses 1:24-29

Introducción:

  • La Biblia nos revela claramente que mientras el hombre no establezca una relación personal de salvación con Cristo, está destinado a la destrucción eterna en el infierno.
  • Dios nos ha asignado a las personas que ya somos sus hijos que anunciemos a los demás el mensaje de la salvación.
  • Una vez que una persona ha venido a Cristo, se hace heredera de la vida eterna en el cielo.
  • La Biblia equipara la expresión “vida eterna” con la expresión “esperanza de gloria”.
  • La expresión “esperanza de gloria” significa que vamos a tener el privilegio de disfrutar de la vida eterna en el cielo, y a la vez, que vamos a tener el privilegio de reinar con Cristo.
  • Este día tarde estaré compartiendo el mensaje: Qué Debemos Hacer Para Que Cristo Sea en la Iglesia la Esperanza de Gloria”
I. Primero, para que Cristo sea en la iglesia, la esperanza de gloria es necesario estar dispuestos a sufrir por Cristo

Colosenses 1:24
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;

a) Debemos estar dispuestos a sufrir por la iglesia con gozo
b) Debemos completar la obra de Cristo
c) Debemos entender qué es la iglesia

II. Segundo, para que Cristo sea en la iglesia, la esperanza de gloria es necesario seguir anunciando cumplidamente el evangelio de Jesucristo

Colosenses 1:25-26
25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, 26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

a) Es necesario entender nuestra función ministerial
b) Es necesario anunciar el evangelio y las enseñanzas bíblicas
c) Es necesario revelar a las personas el plan de Dios

III. Tercero y último, para que Cristo sea en la iglesia la esperanza de gloria es necesario trabajar arduamente

a) Es necesario entender qué es la esperanza de gloria

Colosenses 1:27
27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

b) Es necesario anunciar como alcanzamos esa esperanza de gloria

Colosenses 1:28
28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;

c) Es necesario trabajar arduamente para que las demás personas alcancen esa esperanza de gloria

Colosenses 1:29
29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

IV. Conclusión y aplicación
  • Como cristianos debemos comprender que la mayoría de las personas que viven en este mundo todavía no tienen en sus vidas la esperanza de gloria que los cristianos tenemos.
  • En otras palabras, de que la mayoría de las personas que viven en este mundo, si mueren hoy, van a pasar la eternidad en el infierno.
  • Dios nos ha encargado a nosotros que compartamos con los demás, este hermoso misterio acerca de la salvación, de que,aunque nosotros somos pecadores, Dios nos ofrece una oportunidad de salvación y vida eterna.
  • Esa oportunidad solamente se puede dar a conocer a las personas a través de la proclamación del evangelio.
  • Como cristianos debemos comprender que Dios nos ha puesto en la iglesia, que es su cuerpo para que estemos dispuestos a padecer por Cristo, si por medio del sufrimiento se les puede predicar a los demás la esperanza de gloria que nosotros tenemos.
  • Como cristianos debemos ejercer un compromiso serio, de poder hablarles a los demás acerca de la realidad de poder también ellos heredar esta esperanza de gloria.
  • De acuerdo con la Biblia, esta esperanza de gloria nos garantiza el vivir la eternidad en el cielo y nos da la oportunidad y el privilegio de poder reinar junto con Cristo a través de la eternidad.
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