Somos una Gran Familia

Si somos cristianos casados entonces tenemos tres familias; nuestra familia inmediata, integrada por nuestro cónyuge y nuestros hijos; nuestra familia extensa; esta incluye nuestros padres, y todas aquellas personas ligadas a nosotros por algún lazo de consanguinidad; y, nuestra familia cristiana, también conocida como nuestra familia de la fe.

Esta incluye todos los hermanos de su iglesia, y todas aquellas personas que al igual que usted comparten la fe cristiana. Esto implica que tenemos familiares en todo el mundo.

Después de haber estado en varios países puedo afirmar que es hermoso ver como uno puede sentirse inmediatamente identificado con alguien que nunca había conocido. Simplemente por el hecho de que esa persona o esas personas pertenecen a la familia de la fe.

El cristiano siempre debe andar buscando oportunidades para servir. Él apóstol afirma: “así que, según tengamos oportunidad hagamos bien a todos”. No debemos discriminar en contra de nadie con relación a prestar ayuda cuando estamos capacitados y habilitados para hacerlo. No obstante, los miembros de la familia de la fe deben ser priorizados. Se sobreentiende, que la familia inmediata ya debe estar provista de lo que necesita.

Por lo tanto, debemos creer que Dios nos ha puesto en este mundo como instrumentos de bendición y ayuda para los demás; pero fundamentalmente para nuestros hermanos en la fe. Si ponemos atención y abrimos nuestros corazones y bolsillos, seremos buenos instrumentos en las manos de Dios para bendecir a los demás.