Nuestras vidas están en las manos de Dios.
¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Santiago 4:13-15
No vivamos creyendo que somos los que determinamos cuánto tiempo viviremos aquí en este mundo. Usted no determina la duración de su vida; eso es algo que Dios decide.
Santiago no está diciendo que no podemos planificar; lo que sí está afirmando es que debemos involucrar a Dios en todo lo que planeamos y determinar cuál es su perfecta voluntad en nuestras vidas.
El apóstol afirma que no sabemos lo que será mañana. Y expresa: “Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. Santiago nos revela la brevedad y fragilidad de la vida, y la implicación de que no tenemos control sobre esta. Que un cristiano debería de hablar del futuro en los siguientes términos: “En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.
Por lo tanto, debemos concluir que nuestras vidas están en las manos de Dios. Organice su vida, planifique, determine metas y objetivos, pero hágalo todo contando con el consejo y bajo la dirección de Dios. No somos agentes libres, sujetémonos a Dios.
